En el sector de la belleza hay una gran cantidad de productos que, en muchas ocasiones, no se sabe qué propiedades o beneficios tienen. Es lo que sucede con el jabón de Alepo. Un nombre que no es muy conocido entre muchas personas a pesar de tener su origen en la antigüedad y, en concreto, en la ciudad de Alepo (Siria), que fue el lugar en el que se fabricó por primera vez. Este producto, que está considerado el más antiguo del mundo, tiene numerosas ventajas. ¿Cuáles son?
El jabón
Lo primero que hay que saber del jabón de Alepo es de qué está hecho. Su base es un aceite de oliva y laurel. Esto hace que tenga un color marrón por fuera y verde por dentro. Además, gracias a esta composición, es un producto totalmente biodegradable y que no tiene ni conservantes ni colorantes ni químicos.
Sobre esta base, distintas marcas han realizado su propio jabón de Alepo, pero manteniendo su esencia. Precisamente, esto hace que sea a su vez un producto apto para veganos.
Para qué sirve
Este jabón está especialmente indicado para pieles secas y sensibles. Y, ¿por qué? La clave está en sus propiedades calmantes y suavizantes. A ello se suma el hecho de ser muy nutritivo.
Usos
El jabón de Alepo puede tener muchos usos. Por ejemplo, para el cuerpo, es posible utilizarlo a diario. En concreto, es muy útil y beneficioso para el acné juvenil y esos pequeños granitos que aparecen, sobre todo, en zonas como la espalda.
Pero también se puede usar como champú. En este caso, está recomendado usarlo una o dos veces a la semana .Entre sus beneficios destaca, por ejemplo, la regulación de la producción de sebo. Otra de sus propiedades principales es la eliminación de la caspa. Un proceso que, además, realiza de manera muy efectiva y sin tener que usar productos químicos.
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