Conseguir frenar el paso del tiempo es el reto de muchas marcas de cosmética y también uno de los objetivos de prácticamente todas las mujeres. Por fortuna, las investigaciones avanzan y cada vez se lanzan productos más específicos para detener el envejecimiento y conseguir que la piel esté más joven. De hecho, hay cuatro de ellos que son claves para mantener la dermis en todo su esplendor y que conviene introducir en el ritual de belleza.
Los productos
Uno de estos productos es el sérum. Ya lleva algunos años en boga y siendo estando en el podium de los cosméticos que tienen más beneficios y con los que se consiguen mejores resultados para que la piel esté más joven. La clave está en que, por su textura y composición, puede llegar a las capas más profundas de la dermis fomentando ese efecto de rejuvenecimiento.
Su uso es sencillo, hay que aplicarlo con el rostro limpio y seco sobre la frente, mejillas, el labio superior, barbilla y cuello y extenderlo desde las zonas interiores a las exteriores realizando un ligero masaje. Luego, es conveniente esperar unos tres minutos para que penetre bien y ya poder aplicar la crema de día que se emplee.
Y si el sérum se ha convertido en el producto estrella para las mañanas, en la noche –a no ser que sea indicado para el ritual de belleza nocturno-, el cosmético clave es el aceite antiedad. Es decir, que es mejor optar por perlas o unas gotas de elixires que hayan sido creados específicamente para este fin. Y esto es especialmente importante porque por la noche los tratamientos son más efectivos porque la piel es más penetrable.
Las mascarillas no pueden faltar tampoco en el neceser de productos para rejuvenecer la piel del rostro, ya que permiten aportar a la dermis unos cuidados más intensos en función de si se precisa ahondar en el antienvejecimiento, la hidratación, revitalizar…
Y, finalmente, no hay que olvidarse de emplear cremas específicas para los ojos y los labios que estén enriquecidas con colágeno y ácido hialurónico para evitar y corregir las arrugas.