Las manos en las que se notan mucho los huesos no están consideradas como bellas. Sin embargo, no tienen por qué no serlo. Pese a ello, hay personas a las que les preocupa considerablemente tener que lucirlas porque se convierten en el centro de atención cuando las muestran en público. Es un problema que tiene solución, pasando los tratamientos por rellenarlas para que los huesos sean menos perceptibles al ojo humano. Aquí te contamos lo que se puede hacer.
Ácido hialurónico
El ácido hiaulorónico es una de las principales soluciones para hacer que las manos se noten más rellenas. La clave está en infiltrar este producto con el que se disimulan las arrugas y la piel recupera su textura.
En consecuencia, se ve como una piel más gruesa, pero cuidada y saludable, gracias también en parte a una mayor hidratación. Son efectos con los que se evita que las manos se vean muy huesudas.
Grasa
Sin embargo, en ocasiones, el ácido hialurónico no es suficiente para conseguir corregir ese efecto. Es lo que sucede cuando en las manos hay muchas depresiones de la piel y la dermis está bastante arrugada.
El tratamiento para conseguir que la piel esté más lisa y uniforme y para disimular los huesos es el lipofilling. Esta técnica médico-estética consiste en inyectar grasa procedente de otra parte del cuerpo de la propia persona con el fin de infiltrarla en las manos y en la zona que se quiere rellenar.
El sistema es muy parecido al que se emplea con el ácido hialurónico, pero sustituyendo este producto por la grasa de la persona con la que se logra un mayor efecto de relleno en las manos.
Es una técnica que, además, tiene algunas ventajas. Una de ellas es que es inocua porque las manos se rellenan de forma natural. Además, el resultado es bastante duradero.
Su efecto no solo se nota en la menor percepción de los huesos, sino que también se percibe en una mejora de la coloración del tono al producirse una vascularización de la piel.
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