El masaje tailandes, o Thai Massage, como también se le conoce, es una técnica de masaje basada en la medicina tradicional tailandesa y cuya finalidad es, además de relajar completamente nuestro cuerpo, recuperar nuestra energía vital, eliminar el estrés y reequilibrar nuestro mundo emocional. Para esto utiliza también aspectos relacionados con la acupuntura china.
A diferencia de los masajes tradicionales, en los que el masajista sólo utilza la manos, en este tipo de masaje, el terapeuta usa diferentes formas de presión ejecutadas con las palmas, pulgares, antebrazos, codos, rodillas, pantorrillas y pies. También se realizan estiramientos que nos recuerdan a las posturas del yoga, para lograr la total relajación, estiramientos que se deben hacer lentamente y con ayuda del masajista para realizarlos correctamente. Otra particularidad de esta técnica es que se realiza al ritmo de la respiración del masajista, con lo cual tiene una cadencia especial que nos va llevando suavemente a un estado de equilibrio.
La sesión dura entre una hora y hora y media. Lo realizaremos vestidas, con lo cual es aconsejable una ropa cómoda que nos permita movernos libremente y durante el masaje trabajaremos las cuatro posiciones de nuestro cuerpo: boca arriba, de lado, boca abajo y sentados. De este modo, trabajaremos nuestro estado exterior, interior y emocional.
Mientras estamos tumbados, boca arriba o boca abajo, el masajista realizará estiramientos en nuestras piernas, así como masajes en el abdomen y presiones suaves en los puntos de acupresión china. Después, ya sentados, realizaremos estiramientos suaves de los brazos acompañados del masaje para desbloquear la espalda.
Este masaje tiene muchos beneficios. Si lo recibimos de forma habitual, mejorará nuestros procesos digestivos, eliminaremos el insomnio e incluso obtendremos beneficios emocionales, ya que ayudará a nuestra autoestima y a canalizar nuestras emociones.