Las canas son un signo del cabello que muchas personas miran con inquietud y preocupación. De hecho, cuando empiezan a aparecer en el pelo, es frecuente que la mujer acuda a la peluquería a teñirse para que los demás no adviertan que ya le están saliendo las temibles canas. Lo que algunos perciben como una muestra de sabiduría, para otros es solo un signo de vejez.
Las canas son culturalmente importantes. Esta importancia que se le ha dado a lo largo de la historia ha propiciado la aparición de ciertos mitos respecto a cómo aparecen, cómo se pueden tratar y cómo se propagan. Veamos qué hay de verdad y qué de falso en todo lo concerniente a las canas.
Ligadas al ADN y al estrés
Hay quien dice que las canas son un signo de envejecimiento. Falso. Hay jóvenes que con solo 20 años ya tienen canas y adultos que con 40 años todavía no saben lo que es que el pelo se decolore. Esto puede estar asociado a la vejez, pero también al estrés. El exceso de actividades acelera el proceso oxidativo de la persona. Por lo que el estrés, la tristeza o las preocupaciones inciden en la aparición de canas.
Cuando te arrancas una cana, te salen dos nuevas. Esta afirmación también es falsa. Esta mentira procede del hecho de que las canas crecen poco a poco y en grupo, con lo que cuando te arrancas una, ésta crecerá al lado de otras que ya tienes en el cabello.
Además, ¿cómo explicarías que a alguien le salieran canas con 20 años? Según los expertos solo hay una forma de darle respuesta a eso: el ADN. Los investigadores coinciden en que la aparición de canas está relacionada con la genética.
Tintes naturales para disimularlas
Por otro lado, se dice que el cabello canoso puede ser teñido con coloración permanente. Lo cierto es que existen varios tratamientos que se pueden utilizar para cubrir las canas, pero el tinte permanente no es lo único que funciona. Las coloraciones naturales y algunos remedios de hierbas también son útiles para disimular las canas.