Lucir un cabello suave y con brillo depende de muchos factores. Uno de ellos es la genética. Hay personas que lo tienen así por naturaleza. Pero también es importante cuidarlo, sobre todo, si no se tiene así desde el nacimiento. Conseguirlo no es complicado porque, en muchas ocasiones, el principal problema es que se cometen errores habituales en su cuidado. ¿Qué hay que evitar? Aquí te contamos algunas de las equivocaciones más frecuentes para no dejes estos hábitos si los estás haciendo.
Cepillado
El cepillado de pelo es importante, pero hay que hacerlo bien. Uno de los errores más habituales es creer que un cepillado a fondo permite domar el pelo y conseguir más brillo y suavidad.
Sin embargo, es todo lo contrario. No está nada recomendado porque solo se consigue aumentar su encrespamiento e, incluso, que el pelo quede encrespado aunque no se tenga así.
Lo recomendable es cepillar el pelo una vez al día o dos como máximo con el fin de que el cabello no se dispare. Si se necesita colocar más veces el pelo, se pueden utilizar los dedos para controlarlo y peinarlo.
Además, en el cepillado, es clave el cepillo que se emplee. Son mejores los de cerdas naturales porque reducen la electricidad estática. Si se usa secador de pelo, la opción aconsejable es el cepillo de cerámica o térmico.
Productos de peinado
Muchas personas emplean también productos para peinar el cabello como las espumas. En estos casos es importante elegir aquellas que no contengan alcohol porque deshidratan el pelo y provocan encrespamiento.
De este modo, se deben elegir aquellas que no incluyan en su etiqueta alcohol denat o propylene glycol entre los tres primeros ingredientes para evitar que el cabello se reseque. Es mejor optar por las espumas con ingredientes vegetales, mousses y cremas de peinado que ayudan a tener el pelo bajo control, sin encrespamiento y manteniendo la hidratación necesaria para su suavidad y brillo.
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