En el verano es habitual que se note que los pies están más ásperos y secos, sobre todo, en la zona de los talones, llegando incluso algunas veces a producirse pequeñas grietas. Es habitual por el roce de los zapatos y la falta de protección de la piel al no llevar calcetines o medias. Aunque es algo común, realmente hace muy feo y parece que la persona sea muy descuidada con su higiene y cuidados. Con unos consejos, podrás lucir pies sin problemas en cualquier ocasión.
Los consejos
Lo mejor es cuidar los pies durante todo el año y prestarles atención aunque en el invierno no se vean porque es la mejor manera de que estén siempre perfectos. No obstante, si el cuidado de esta parte del cuerpo no la tienes introducida en tu rutina diaria, siempre es buen momento para comenzar porque el efecto es bastante inmediato.
Lo primero y principal que hay que hacer es una exfoliación una vez a la semana con una crema específica para esta zona del cuerpo. De este modo, se van eliminando ya las células muertas y se propicia que se regenere la piel.
Pero además de este proceso, hay que darles cuidados todos los días. Un buen momento puede ser por la noche porque el tratamiento siempre hace más efecto. De este modo, hay que humedecer los pies -si te duchas por la noche es el momento ideal-, y utilizar una lima para pies o una piedra pómez para eliminar las durezas y asperezas que se hayan podido producir a lo largo del día con el fin de evitar que vayan a más.
Tras este paso, hay que secarlos cuidadosamente y aplicar una crema hidratante -mejor si contiene un alto porcentaje de urea-, de forma generosa por todo el pie. Aunque no haya terminado de penetrar en la piel, es el momento de coger unos calcetines finos de algodón, importante que sea de este tejido porque en el caso contrario no se consigue el efecto, y dejarlos puestos durante unas horas. Incluso puedes dormir con ellos. Clave es también que no estén muy justos y bajo ningún concepto tienen que estar prietos. Unos calcetines viejos que tengas pueden ser perfectos. Por la mañana, los pies estarán radiantes y suaves y, por supuesto, listos para lucir durante todo el día tus mejores sandalias.