Pies cuidados en verano


En los meses de verano los pies, encerrados en zapatos y botas durante todo el invierno, salen al exterior a conquistar el mundo. Se exponen a las miradas de todos, y también a las agresiones del mundo exterior, por lo que han de estar en plena forma. Para mantenerlos suaves e hidratados, tendrás que incorporar a tu rutina diaria algunos cuidados extra para tus pies.

No solamente es necesario mantenerlos hidratados, si es que quieres presumir de pies este verano, sino que tendrás que cuidar también las uñas que pueden presentar algunos problemas. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas para mantener los pies en las mejores condiciones.

Los problemas más comunes


– Piel seca: cuando la capa superficial de la epidermis de los pies pierde agua, la piel aparece seca y deshidratada. La piel de los pies es cinco veces más gruesa que la de otras partes del cuerpo, por lo que necesita una crema específica rica en urea y otros agentes hidratantes como glicerina o manteca de karité. Si se requiere máxima hidratación puedes aplicar la crema y ponerte unos calcetines de algodón para dormir. También puedes emplear calcetines exfoliantes especiales.

– Talones agrietados: son el resultado de la sequedad extrema de la piel. Cuando las grietas han aparecido, se necesita mucha paciencia y constancia, ya que la regeneración celular de la piel es lenta y costosa.

– Durezas: son una protección natural de la piel a la presión y al roce que se produce al caminar. Suelen aparecer en la planta de los pies, debajo de los talones y en los dedos, y resultan molestas y antiestéticas. Para combatirlas, hidrata la piel con una crema específica.

– Ampollas: las sandalias nuevas pueden agredir a nuestros pies, acostumbrados a estar todo el invierno protegidos con calcetines, botas y zapatos cerrados. Si ya te han salido, tendrás que cuidar las ampollas para que no se infecten. Lávalas con agua con sal, o aplica un desinfectante tipo yodo, y tápalas con un apósito especial de los que se venden en farmacias.

– Uñas: las de los pies son especialmente duras. Están compuestas por más de 25 capas de células compactadas por la queratina. Debes cortarlas siempre rectas, para que no se encarnen y se infecten. Existen productos específicos para uñas con estrías, duras y gruesas, o decoloradas (que toman un color amarillento).

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