Qué debemos tener en cuenta antes de someternos a una rinoplastia


Uno de los rasgos que más destacan en nuestro rostro es la nariz. Puede tener mil formas y tamaños, pero es innegable que muchas veces, si nuestra nariz es muy grande, o tiene un caballete muy pronunciado u otro tipo de problema, esto nos puede crear un complejo físico que sólo podremos solucionar cambiando nuestra nariz mediante la cirugía de nariz o rinoplastia.

Aunque la rinoplastia es una operación que se realiza de forma cotidiana en cualquier clínica estética, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones antes de decidirnos a entrar en el quirófano, para tener claro qué es lo que nos vamos a hacer y cual va a ser el resultado.

Lo primero es elegir una clínica que cumpla con todos los requisitos para practicar la cirugía estética, con profesionales reconocidos y de la que, a ser posible, tengas alguna referencia. No hay que olvidar que se trata de una operación de cirugía mayor, por lo que pueden aparecer infecciones o reacciones a la anestesia que no suponen ningún riesgo con el equipo adecuado pero sí si no es así.

Ten en cuenta también que no siempre la nariz que te gustaría tener es la que mejor se ajusta a tu rostro. Puede que te encante la nariz de tal o cual actriz, pero no siempre es la adecuada. Dejarse aconsejar por el cirujano en este sentido es una de las mejores opciones, siempre que estemos de acuerdo con lo que nos propone.

No es posible realizar la cirugía antes de los quince años, porque la estructura ósea del rostro aún no está formada del todo. Para someterse a esta operación antes de la mayoría de edad es necesario el consentimiento de los padres.

Durante las primeras semanas después e la cirugía tu nariz estará muy hinchada. Poco a poco irá tomando su forma y tamaño definitivos.

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