Durante el invierno es habitual que nos olvidemos de cuidar nuestros pies debido a que son pocas las ocasiones en los que los mostramos. Sin embargo, cuando llega la primavera y comienza el calor nos fiamos más en ellos y es entonces cuando descubrimos que están bastante estropeados, especialmente en los talones, que suelen presentar mucha sequedad, grietas, durezas, etc., lo que les resta belleza a la hora de lucirlos en las sandalias.
Para eliminar estas grietas y durezas, podemos utilizar una serie de mascarillas y baños naturales reparadores que, además nos van a ayudar a que nuestros pies permanezcan perfectos durante todo el verano:
– Baño de hierbas: para prepararlo necesitas un puñado de hierbas en el que debes mezclar hierbabuena, flor de saúco, cola de caballo, aceite de almendra en la misma proporción y un litro de agua. Comienza hirviendo el agua y apártalo cuando comience a hervir. Añade entonces las hierbas, tapa el recipiente y déjalo que repose durante 20 minutos.
Después cuela la mezcla y añádela a un recipiente en el que previamente hayas puesto agua suficiente para sumergir los pies, tibia o fría. Sumerge los pies durante quince o veinte minutos y a continuación sécalos cuidadosamente. Aplica entonces aceite de almendra en el talón y ponte un calcetín de algodón para que se absorba totalmente. Si realizas el baño por la noche te resultará muy relajante.
– Mascarilla de plátano: Pela un plátano maduro y tritúralo hasta obtener una pasta. Aplícala en la zona en la que existan sequedad o grietas en el talón, déjala actuar durante diez minutos y aclárate con agua tibia.
– Aceite para talones agrietados: Mezcla 50 ml de aceite de sésamo y 10 ml de esencia de clavo hasta obtener un aceite uniforme. Aplícalo cada noche en los talones después de remojar los pies en agua tibia durante 10 minutos.