A muchas mujeres se les cae el pelo. Y no hay que alarmar si no se llega a extremos preocupantes. Hay que recordar que todos los días se cae pelo, pero también nacen diariamente, de manera que prácticamente se mantiene el cuero cabelludo. Sin embargo, hay temporadas que se nota que se cae más el pelo, incluso a veces, a pequeños mechones. Hay varios factores que pueden producir este tipo de caída como el estrés o una mala alimentación. Sin embargo, no siempre es así y hay veces que simplemente el problema radica en que el cabello no se cuida lo necesario. ¿Qué se puede hacer? Con tres sencillos pasos se puede poner punto y final a la situación.
Los consejos
El primero de todos es hacer un buen repaso de los productos de higiene y tratamiento que se utilizan para lavar y cuidar el cabello con el fin de cerciorarse de que son adecuados.
Pero, además, hay dos productos que no pueden faltar para mantener el cabello en perfecto estado. Son las mascarillas de hidratación y de nutrición, siendo siempre más aconsejable tener una específica para hidratar y otra para nutrir, ya que suelen tener los activos más concentrados.
Y es que, precisamente, la clave está aquí. Como ejemplo explicativo, cabe decir que el pelo es como una planta. Si no la riegas ni le aportas los nutrientes necesarios, se pone mustia y se le empiezan a caer las hojas. Lo mismo sucede con el pelo cuando no está bien hidratado ni tiene la nutrición suficiente.
Lo aconsejable es hacer una mascarilla de hidratación o nutrición una vez a la semana, alternando la hidratación con la que es nutritiva. Además, este proceso es mejor que se acompañe de champús -no es necesario que sea anticaída porque los efectos no suelen ser muy significativos a no ser que un cosmetólogo haya hecho alguna recomendación o indicado una composición específica-, que estén elaborados a base de plantas porque este tipo de productos tienden a ser una mayor fuente de hidratación y nutrición y de forma más natural.
Con esta rutina, verás como poco a poco, la pérdida de cabello es menor. Más o menos, en el plazo de un mes se empieza a ver una considerable diferencia.