Nuestros pies a lo largo del día sufren situaciones que terminan por hacer que estos queden destrozados: grandes caminatas, tacones altos, pisotones en el metro, etc. Nuestros pies merecen que los cuidemos mucho, pero es curioso cómo, a veces, nos olvidamos durante mucho tiempo de ellos.
Proponte un día cuando llegues a casa premiarles con una sencilla y tranquila sesión de Spa que seguro te va a encantar, otra opción es acudir a un hotel spa.
-Llena tu bañera o un recipiente bastante grande con agua caliente. Cuidado que el agua no queme tus pies. Pon algunas sales de baño y a continuación, coloca tus pies dentro durante aproximadamente 10-15 minutos.
-Cuando haya pasado este tiempo y notes que el agua ya está tibia, frota las pieles muertas y las callosidades con una piedra pómez. Tómate tu tiempo y tratar realizar este proceso no con demasiada fuerza para no dañar tus pies.
-Después de librar a los pies de las pieles muertas, corta las uñas de tus dedos. No las recortes demasiado o el resultado final será bastante doloroso.
-El siguiente paso será aplicar una buena cantidad de crema hidratante, o algún acetite especial, para mantener la piel suave.
-Si todavía dispones de más tiempo puedes pintar tus uñas. Separa tus dedos con los separadores que existen en el mercado y realiza tu sesión de pedicura.
-Por último, una vez finalizado todo el proceso, intenta relajarte un rato sentándote en un sitio muy cómodo, como por ejemplo tu sofá, y apoya los pies en sobre la mesa para que se relajen un poco más.