Existen diferentes tipos de peeling que podemos realizar para tener una piel luminosa y eliminar las arrugas. La clasificación se realiza según la profundiad con la que actúan. Estos tipos son:
Peeling natural: Se trata de una limpieza superficial de nuestra piel que podemos realizar en nuestra propia casa utilizando productos naturales como yogur con un poco de azúcar o gel al que hemos añadido un poco de sal. Como no es tratamiento muy agresivo, podemos realizarlo más frecuentemente.
Peeling superficial: Se utiliza para eliminar pequeñas arrugas, líneas de expresión y difuminar las marcas del acné. Actúa sobre la capa córnea y se puede aplicar en todo tipo de piel. Cuando terminamos el tratamiento la piel está un poco enrojecida, pero este efecto desaparece a las pocas horas. Podemos repetir la sesión a los quince días.
Peeling medio: Se usa para hacer desaparecer las arrugas, las marcas de acné y las manchas originadas por el sol. Es perfecto para eliminar las arrugas de los labios y las patas de gallo. Dado que provoca desescamaciones y enrojecimiento, debemos esperar seis o siete semanas para repetir el tratamiento.
Al realizarte un peeling debes tener en cuenta una serie de consejos:
– Pueden pasar hasta quince días hasta que veas los resultados.
– Antes de realizar cualquiera de los tipos de peeling nuestra piel debe ser preparada, siempre bajo supervisión de un especialista.
– Es mejor realizarlo en épocas en que nuestra exposición al sol sea menor.
– El peeling profundo consigue muy buenos resultados pero también es el más agresivo y el que más tasas de complicaciones puede presentar.
Peelig profundo: Elimina todo tipo de arrugas, superficiales, medias y profundas. También las cicatrices, manchas de la edad y manchas solares. Debe ser aplicado por un especialista con experiencia y no es aconsejable para personas de piel morena. Se puede repetir la sesión a las ocho semanas.