Aunque ya quedan pocos días para seguir llevando sandalias, tener los pies bien cuidados y que estén sanos y bellos es también muy importante en el otoño y en el invierno porque, además, es una temporada ideal para iniciar rutinas de belleza que permitan que estén perfectos para el próximo verano. Aquí te contamos unos cuantos consejos para que mimes tus pies.
Las claves
Aunque durante la ducha y el baño, los pies se limpian, hay que ser conscientes de que se necesitan unos cuidados adicionales y un lavado especial que permita a su vez relajarlos y activar la circulación sanguínea. Para ello, una buena opción es sumergirlos en agua templada con sal durante unos seis minutos para, después, ponerlos en agua fría.
Tanto con estos baños como con las rutinas diarias de higiene, es fundamental secar bien los pies, sobre todo, en la zona que queda entre los dedos para evitar la aparición de hongos y de otras posibles bacterias. Lo más adecuado es utilizar toallas de algodón, que estén bien secas. Además, no hay que frotar, sino que hay que dar pequeños toques con ellas para que se empapen y, en consecuencia, la zona quede seca.
Las pieles muertas o las durezas se deben retirar para lo que es de ayuda la piedra pómez, que se debe utilizar con movimientos en una sola dirección para no dañar la piel. Aparte, es recomendable ser cuidados con el corte de las uñas, que deben tener forma recta, dejando unos dos milímetros desde el borde para que el dedo quede protegido.
La hidratación no puede faltar para que los pies estén más bellos, aunque la crema nunca debe extenderse en la zona de entre los dedos. Las cremas con aloe vera, urea y mentol son de gran útiles para evitar la sequedad, ayudar a eliminar las células muertas y activar la circulación sanguínea. No hay que olvidarse de que, si se aplican por la noche, aún son más efectivas.
A la hora de poner las cremas, se puede aprovechar para dar un masaje, que se tiene que hacer siempre en dirección hacia el corazón, de manera que debe ir desde la punta de los dedos hacia el tobillo. Además, si se quiere activar la circulación sanguínea, un buen ejercicio es mover sus dedos como si se estuviera tocando el piano. Otro excelente es hacer movimientos con los tobillos hacia arriba y hacia abajo y hacia adentro y hacia afuera.