Muchas personas se hacen la manicura en casa, pero no es frecuente que quiten las cutículas. Sin embargo, es totalmente imprescindible para lucir una manicura perfecta. Y es que es fundamental que la cutícula -es la capa fina de la piel que recubre los dedos y protege las uñas de posibles infecciones- se cuide para evitar que afee las manos. Un proceso que es fácil, aunque suele ser habitual que se cometan algunos errores sobre todo a la hora de quitar solo las cutículas necesarias. Aquí vamos a explicar cómo se utilizan los quitacutículas para que consigas un resultado perfecto y sin fallos.
Quitacutículas
El quitacutículas es un producto específico para la manicura, cuya principal acción es conseguir que la piel muerta que rodea la uña se ablande y se desprenda de la superficie de forma suave y no agresiva.
Con este producto, se evita así eliminar más parte de la cutícula de la que realmente es necesario, aparte de respetarse la uña, ya que no se producen daños en ella.
Cómo se utiliza
Muchas personas no utilizan quitacutículas porque no saben cómo emplearlo. Realmente, es muy fácil. Solo tienes que elegir un producto de cualquier marca o el que más te guste de entre todos los que hay en las tiendas. En general, todos se utilizan de una manera similar.
El primer paso es aplicar el producto. Luego, sólo es necesario empujar las cutículas y frotarlas suavemente con una toalla para que estén perfectas. No obstante, en algunos casos, puede ser necesario recortarlas porque hay que retirar esa parte extra.
La retirada de las cutículas se tiene que hacer con el cortacutículas, siendo conveniente desinfectarlo antes de su uso con alcohol. Es una precaución que siempre se tiene que tomar y, máxime, si has compartido el cortacutículas con otra persona.
Una vez retiradas las cutículas, solo queda aplicar en las uñas un tratamiento específico que contenga aceite para fortalecer la queratina y ganar un suavidad.
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