Los poros abiertos son un problema para muchas mujeres, aunque afortunadamente, hoy en día, hay varios tratamientos que permiten minimizarlos para que no se noten tanto e, incluso, puedan llegar a corregirse en función de la causa que los haya originado. Además, son métodos que pueden aplicarse en casa y también en centros especializados.
Los cuidados
Los tratamientos que se proporcionan a la piel en casa son muy importantes para combatir los poros abiertos, puesto que de nada sirve acudir a centros de estética si luego el cutis no se cuida en el día a día.
Lo más importante es limpiar siempre la piel para eliminar tanto la suciedad ambiental que se acumula como los restos de sebo, maquillaje… que se acumulan y que hacen que el poro se agrande aún más, favoreciendo a su vez que puedan aparecer granos, espinillas, puntos negros…
Para la limpiar la piel, lo mejor es emplear todos los días un producto suave y específico para las pieles mixtas o grasas. La limpieza se debe completar con un tónico, siendo conveniente que contenga ácido salicílico y glicólico para que no irrite la piel, pero sí la limpie adecuadamente.
Además de estos cuidados, es conveniente hacer todas las semanas, una o dos veces según las necesidades, una exfoliación para que se afine el poro. Esta exfoliante también debe ser suave para no irritar.
Y, por supuesto, diariamente hay que hidratar la piel. En este caso, lo mejor es emplear cremas de día que tengan una textura ligera y libre de aceites, además de proporcionar un efecto matificante para regular la producción de grasa. Por la noche, también se tiene que emplear una crema, recomendándose que contenga retinol.
Aparte de estos cuidados en el hogar, también hay otros tratamientos que se realizan en centros de belleza y estética. Uno de los que mejor funciona es la microdermabrasión, que permite afinar el poro y suavizar la piel. Otra alternativa que funciona es el láser, cuya utilización es beneficiosa tanto para combatir los poros abiertos como los puntos negros.