Además de utilizar cremas y geles para prevenir y tratar de reducir la visibilidad de las estrías, hay una serie de tratamientos que se hacen en centros de estética especializados que permiten tratar tanto las estrías rojas, que son aquellas que se han formado más recientemente, como las estrías blancas, que son las que llevan más tiempo en el cuerpo y que han tenido una evolución.
Los tratamientos
Hoy en día los tratamientos para acabar con las estrías han cambiado mucho, de manera que no hay que ir tapada de pies a cabeza para no mostrar las zonas como pecho, muslos o caderas, áreas en las que es habitual que se localicen. Inicialmente, los tratamientos que se hacían en centros de estética se centraban en aplicar peelings químicos y otros tratamientos como la microdermoabrasión o bien basados en la tretinoína y en la vitamina C.
Sin embargo, ahora, las últimas innovaciones vienen de la mano del láser. Un tipo de tratamientos que ya lleva algún tiempo utilizándose como es el caso de los que se realizaban con láser ablativo, de CO2 o de Erbio-yag, si bien en este campo también se ha producido una importante evolución, que han permitido mejorar los resultados conseguidos en cada sesión y que las técnicas sean menos invasivas.
Ahora, la mayoría de los centros de estética utilizan el láser no ablativo 1540, que está autorizado por la FDA y que permite atajar tanto las estrías rojas como las blancas y evolucionadas, aparte de ser posible igualmente actuar sobre las estrías blancas que van acompañadas de flacidez.
Este láser funciona de la siguiente manera. Con su aplicación se introducen una serie de pequeñísimos rayos de energía que se focalizan en las microcolumnas de coagulación de más de 1 milímetro de profundidad para remodelar el colágeno y la elastina, de manera que se corrige la alteración de la pigmentación superficial que se produce en la piel al aparecer las estrías.
Esta técnica presenta una serie de ventajas como la incorporación prácticamente de forma inmediata del paciente a su actividad diaria y la no necesidad de seguir cuidados especiales, estando tan sólo indicado evitar la exposición al sol y aplicar crema hidratante periódicamente.
Otra posibilidad es la eliminación de las estrías con el Láser Fraxel que se centra en lanzar haces térmicos que entran en las capas de la piel, según la profundidad de la estría para que no se perciban. Una técnica para la que no es preciso que la persona se hospitalice y cuyos resultados definitivos se ven en un mes, aunque casi de forma inmediata se ven algunas mejoras como en el tono de la piel, firmeza o tersura, siendo posible que las estrías más recientes y pequeñas se eliminen con una sola sesión.
No obstante, hay que tener presente que, con independencia del tratamiento que se elija, los resultados varían según el tipo de estrías y del estado de la piel, es decir según cada persona. Además, puede ser preciso utilizar alguna técnica adicional como la bioestimulación o la radiofrecuencia para, por ejemplo, estimular el colágeno o bien contraer la piel y evitar la flacidez de acuerdo con las características de cada paciente.