La naranja tiene un alto contenido en vitamina C, cuyas propiedades antioxidantes ayudan a rejuvenecer nuestra piel. Para poder aprovechar plenamente esta capacidad rejuvenecedora, nada mejor que aplicarnos tratamientos naturales para nuestra piel que tengan esta fruta como ingrediente principal.
A la hora de elegir las naranjas, es importante seleccionarlas cuando estén en buen estado, ya que de lo contrario pueden tener un olor ácido y también es conveniente decantarse por la modalidad dulce, para evitar que se irrite la piel cuando nos aplicamos el tratamiento.
– Baño relajante de naranjas: Prepararlo es muy sencillo, ya que sólo necesitas exprimir doce naranjas y añadir el zumo resultante al agua caliente de la bañera. Sumérgete en esta agua de naranja durante 15 minutos, no más, para no irritar tu piel. Dado el efecto relajante de este baño, lo más aconsejable es dártelo por la noche.
– Exfoliante para piel sensible: Para prepararlo necesitas naranjas en cantidad suficiente para obtener dos vasos de zumo y avena en polvo. Mezcla la avena en el zumo de naranja, añadiendo toda la avena que necesites hasta lograr una pasta uniforme. Cuando la tengas, frota suavemente la piel de todo el cuerpo con esta mezcla y para terminar aclárate con agua tibia. Te sorprenderá la suavidad de tu piel.
– Mascarilla refrescante para el rostro: Necesitarás tres cucharadas de miel ligera y el zumo de media naranja. Coloca ambos ingredientes en un recipiente y caliente la mezcla a fuego lento, hasta que esté tibia. Lávate la cara para eliminar impurezas y aplica la mezcla en la cara y el cuello, incluyendo el contorno de ojos, aunque con cuidado para que no te caiga nada en ellos. En el contorno es importante que la apliques con suaves toquecitos siguiendo la zona inferior del ojo. Déjala actuar veinte minutos y aclárate con agua tibia.