Los problemas capilares no siempre se solucionan con un champú específico, aplicando mascarillas o siguiendo unos cuidados específicos en casa o en la peluquería. En ocasiones, el problema es mayor, siendo necesario acudir a un médico especialista. No obstante, son tratamientos que se pueden complementar –siempre previa consulta con el doctor-, con aquellos que se realizan en clínicas especializadas en cuero cabelludo. La verdad es que con ellos se consiguen buenos resultados. Aquí te hablamos de tres opciones en concreto para que te puedas asesorar sobre la que más te convenga.
Mesoterapia
La mesoterapia tiene más usos que van más allá de combatir grasas localizadas, celulitis o adelgazar. También es muy útil para el pelo. En concreto, en estos casos, el tratamiento se centra en administrar un cóctel de activos.
En general, está compuesto por oligopéptidos, silicio y vitaminas, entre otras aportaciones que el cuero cabelludo necesita. Digamos que es como un cocktail de vitaminas para el pelo. La técnica de aplicación es igual que la mesoterapia corporal: se realizan pequeños pinchazos por el área capilar afectada.
Láser
Seguramente, has oído hablar del láser para depilar, quitar manchas… Es un tratamiento que quizá es menos conocido en el ámbito capilar, aunque no por ello es menos efectivo para conseguir resultados.
En el cuero cabelludo, se emplea el láser de baja potencia, también conocido como LLT (Level Light Therapy). Con su aplicación, lo que se consigue es estimular la microcirculación, de manera que se activa e impulsa el crecimiento de nuevo cabello.
Plasma
Y, finalmente, tenemos que hablar del plasma. Un tratamiento conocido también para otros fines y que, en el caso del cabello, tiene por objetivo la bioestimulación capilar.
Su aplicación es sencilla. Tan solo se extrae un poco de sangre para enriquecer el plasma. Posteriormente, se vuelve a inyectar en la zona para regenerar los folículos del cuero cabelludo.
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