Si acabas de salir de una dieta, cuidado con los excesos, que ya se sabe lo que pasa cuando se vuelve a poder comer de todo. Sobre todo, la época más peligrosa para salir de un régimen es el verano y las vacaciones. Pero esto no quiere decir que no puedas comer de todo. Puedes hacer vida normal, pero con moderación. A continuación te damos unos consejos para no engordar.
Llevamos un ritmo de vida tan frenético que a veces nos es imposible planificar las comidas. De hecho, uno de los principales fracasos de las personas que acaban de salir de una dieta es ese: no se prepara la comida, picoteamos y, claro, al final comemos de más.
Prevenir las comidas de empresa
Si no tienes tiempo o ganas de cocinar, lo mejor es que tengas a mano siempre un bote de espárragos blancos, brócoli, alcachofa, gambas congeladas, lechuga, champiñones y queso fresco. Son alimentos que liberan las reservas de grasas y nos previenen de esos kilos extra.
Cuando estés en ayunas acuérdate de tomarte un kiwi o un zumo de limón caliente, ya que son unos alimentos que se encargan de depurar el organismo. A su vez, a la hora de comer, tómatelo con calma y tranquilidad. Está comprobado que quien come deprisa tiende a engordar.
Si trabajas en una gran empresa, seguro que las comidas entre socios o directivos serán habituales. Esas comidas tienen muchos peligros para la dieta. Por eso, antes de salir de casa, tómate un yogur desnatado o un caramelo sin azúcar, te harán ir con mucha menos hambre a la comida.
Y ante todo, mímate. Date un capricho de vez en cuando, ya que no todos los alimentos que están ricos tienen por qué engordar. Por ejemplo, el lomo embuchado es rico en proteínas o si le añades a la pizza los ingredientes de la dieta mediterránea, ya verás como es muy beneficiosa para el organismo.