Enriquecer el champú
Una de las mejores maneras de sanear el cabello es enriquecer el champú con aceites esenciales. Por ejemplo, se pueden poner tres gotas de aceite esencial de laurel porque tonifica el pelo y favorece su crecimiento. Además, si se quiere reducir el exceso de grasa, es bueno poner aceite esencial de limón. En este caso, con una gota es más que suficiente.
Agua de arcilla
El uso del agua de arcilla también beneficia al pelo. Por ejemplo, unos días se puede lavar el cabello con el champú habitual, mientras que en otros se recomienda usar el agua de arcilla para conseguir una limpieza más profunda pero de manera más natural.
Para ello, solo hay que diluir en un vaso de agua caliente dos cucharadas de arcilla blanca –se puede sustituir por arcilla verde para el pelo graso-, y cinco gotas de aceite esencial de lavanda. Esta mezcla se aplica sobre el pelo húmedo y se deja reposar dos minutos. Posteriormente, hay que aclarar con mucha agua.
Vinagre de manzana
Otro truco que ayuda a sanear el pelo es usar vinagre de manzana para el aclarado. Algo que debe hacerse de vez en cuando. La mejor forma de uso es mezclar agua –se pone a hervir un litro en una cazuela- con vinagre ecológico de manzana que se añade cuando el agua se ha retirado del fuego tras hervir. También hay que poner un poco de romero seco o un puñado de flores de manzanilla. Esta mezcla, que se debe dejar macerar durante cuatro horas antes de su uso y colarla tras ese período de tiempo, aportará brillo y volumen.
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