La frente es una de las zonas en las que es habitual que aparezcan arrugas. Y no solo por el paso del tiempo, sino por gestos y expresiones que se hacen muchas veces sin darnos cuenta. Pero, como en casi todo, puede retardarse la aparición de esas líneas y evitar que avancen las que ya han aparecido para que sean más profundas. Tan solo hay que seguir una serie de consejos.
Los trucos
Además de utilizar las cremas antiarrugas en el día a día, hay otra serie de pautas o claves que se pueden poner en marcha a la hora de cuidar esta parte del rostro y que, igualmente, son de utilidad para el entrecejo.
La primera de ellas es aplicar bien la crema en esta parte del rostro porque habitualmente se hace mal. El secreto está en ponerla en el centro de la frente y masajear para extenderla hacia los lados con movimientos en círculo. En el caso del entrecejo, solo hay que hacer los círculos.
Otro de los consejos es utilizar el agua. Sí, pero no solo para lavarse el rostro. Y es que es el mejor antiarrugas que hay y el mejor lifting que una persona se puede hacer porque beber agua permite que la piel no esté deshidratada, además de contribuir a frenar su envejecimiento.
Y, otro truco, es mantener el estrés y la tensión bajo control. La clave no es otra que las molestias que se producen en el cuello o en la parte superior de la espalda y en los hombros generan tensiones en el músculo, que se hace más rígido. Esto propicia que se tense más el de la frente y, en consecuencia, se favorece que aparezcan las arrugas.
Finalmente, se puede recurrir a la gimnasia para evitar esas tensiones y esa rigidez muscular, sobre todo, cuando no es posible ir a un spa o hacerse tratamientos relajantes con periodicidad. El ejercicio es muy sencillo. Tan solo hay que levantar las cejas hacia arriba y mantener ese gesto durante cinco segundos. Luego, hay que bajarlas y permanecer en esa posición unos dos segundos. Hay que repetirlo 15 veces al día.