Por estrés o cansancio… Muchos son los motivos por los que la piel puede perder luminosidad. Sin embargo, recuperarla no es tarea imposible ni tampoco es difícil. Solo hay que seguir unos consejos y poner en marcha unos trucos de belleza para volver a estar resplandeciente en poco tiempo.
Las claves
Para que la piel recupere la luminosidad son muy importantes los cuidados de belleza y las cremas que se usan. Las que aportan hidratación son especialmente recomendables en estos casos, así como todas aquellas que tengan un efecto calmante.
En la rutina de belleza no puede faltar la exfoliación para conseguir eliminar las células muertas y quitar las impurezas, de manera que se le devuelva a la piel su estado natural. Este efecto se consigue exfoliando todas las semanas, teniendo que aplicar el producto en movimientos circulares para ganar en efectividad.
Por supuesto, el tónico es otro de los cosméticos imprescindibles para que la piel esté más luminosa. Su uso debe ser diario y siempre tras haber limpiado bien la piel, aunque no se haya utilizado maquillaje. En las tiendas se pueden encontrar diferentes tónicos, pero el más adecuado es aquel revitalizante, pero que sea suave para que no irrite la dermis.
Aparte de los cuidados directos a la piel, no hay que dejar de prestar atención a lo que se come porque la alimentación tiene un efecto directo en el estado de la dermis. Es imprescindible aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina C y antioxidantes porque aportan esa luminosidad, al mismo tiempo que refuerzan las fibras de colágeno.
Y muy efectivo es hacer ejercicio diario. Con diez minutos es más que suficiente y no es necesario hacer actividades físicas complejas. Muchas veces solo se precisa andar a buen ritmo o subir escaleras porque de lo que se trata es de activar el flujo sanguíneo para que redunde en beneficio de la dermis.