El aceite de jojoba ya era utilizado por los aztecas, quienes atribuían propiedades mágicas a esta sustancia, lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta la cantidad de uso que podemos darle de cara a cuidar nuestro piel y nutrirla, así como para cuidar nuestro cabello. Desde luego, un aliado mágico.
El aceite de la jojoba se extrae de las semillas de la planta, que crece en el norte de Méjico, en el desierto de Sonora. Entre las sustancias que lo compenen podemos encontrar ceramidas, vitamina E y ácido linoléico.
Podemos utilizar el aceite de jojoba si nuestro pelo está estropeado y sin brillo. Esta sustancia nos proporcionará brillo y soltura en nuestro cabello.
Si quieres darte un masaje tonificante y, al mismo tiempo, hidratar tu piel, no dudes en utilizar este aceite. También puedes utilizarlo como mascarilla para el rostro, aplicándolo en el cutis y dejándolo actuar durante veinte minutos. Después lo retiras y te aclaras con agua tibia. notarás como tu piel queda muy hidratada y luminosa. Otra buena idea es utilizarla como aceite corporal después del baño. Notarás cómo aporta elasticidad a tu piel.
También puedes utilizarlo durante el embarazo, para prevenir la deshidratación y la aparición de estrías. Sólo tienes que aplicar una pequeña cantidad todos los días y masajear la piel con ella hasta que se absorba.
Es muy suave, y lo puedes utilizar como desmaquillador para el rostro y los ojos. Además de limpiar los restos del maquillaje, hidratará la zona del contorno de los ojos, ayudando a retrasar la aparición de arrugas.
Los hombres también pueden utilizarlo para calmar la irritación de la piel después del afeitado.
Finalmente, si tienes la piel grasa y con tendencia acnéica, también puedes utilizarla. Es una sustancia muy beneficiosa en las pieles con acné.