A la hora de eliminar el vello facial, tenemos a nuestra disposición una gran variedad de métodos. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y el elegir uno u otro es algo muy importante de cara tanto a la eliminación del mismo como a no dañar nuestra piel cuando lo hagamos. Aquí te presentamos los métodos más habituales y cuales son sus puntos fuertes y débiles:
– Cremas decolorantes: Cuando el vello no es muy abundante y aparece de forma puntual, muchas mujeres se decantan por ellas, ya que, aunque no eliminan el vello, lo decoloran, haciendo que deje de ser visible. Debemos tener precaución al utilizarlas si tenemos la piel sensible y respetar siempre los tiempos de aplicación que nos indica el fabricante para no agredir nuestra piel.
– Cera: Este sistema tiene la ventaja de que, al eliminar el vello de raíz, éste no reaparecerá hasta que pasen uno o dos meses desde su utilización.
Para no agredir la piel del rostro en exceso es mejor utilizar las bandas de cera. Es importante no tomar el sol durante las 24 horas siguientes a su aplicación, así como no maquillarnos, ya que tras la aplicación de la cera suelen quedar los poros abiertos.
– Crema depilatoria: Es un método rápido y efectivo, aunque el vello no tarda en reaparecer. Dado que estas cremas queman el vello, es aconsejable aplicar una crema calmante tras su uso y no exponer la piel al sol ni aplicarnos maquillaje inmediatamente después de utilizarla.
– Pinzas: Exigen mucha paciencia y mucho tiempo, pero si te decantas por este método, asegúrate de utilizar un espejo de aumento y buena luz.
– Láser: Es la solución definitiva, aunque la más cara Antes de utilizarla, debemos asegurarnos de que es efectiva para nuestro tipo de piel y de vello.