La piel con el paso del tiempo va teniendo otras necesidades y hay épocas en la vida de una mujer en la que los cuidados deben ser todavía mucho más específicos, sobre todo, cuando se producen cambios hormonales como sucede en la menopausia. Una etapa que no siempre tiene que producirse a partir de los 50 años, sino que hay mujeres que la pasan antes de esa edad. Es un momento en el que hay que prestar mucha atención para que la piel pueda mantenerse en perfecto estado.
Los consejos
Con la menopausia, las mujeres tienen que prestar más atención a su piel porque durante esta etapa es habitual que la dermis esté más seca, más fina, áspera, aparezcan más arrugas y que la flacidez sea más evidente.
Son características que pueden evitarse con una serie de cuidados y productos específicos. Por ejemplo, una de las claves para que el cutis no sufra los efectos de la menopausia está en emplear jabones especiales para limpiar la piel, siendo conveniente elegir los que son líquidos y que mantengan el pH alcalino, evitando todos aquellos irritantes o que sean demasiado agresivos.
Atención especial requieren las cremas hidratantes que se utilizan. En este caso, la mejor elección es aplicar todas aquellas que contienen antioxidantes como la vitamina C y E, así como las que incluyen en su composición el ácido ferúlico y retinoides, que son más recomendables para la noche.
Por supuesto, la exfoliación no puede faltar para limpiar bien la piel de impurezas y retirar las células muertas, aparte de contribuir a una mayor regeneración celular. Un tratamiento que puede ser necesario realizarlo más de una vez a la semana.
Y, finalmente en el neceser, no pueden faltar los tónicos humectantes y productos realizados con colágeno puesto que su producción natural disminuye con la menopausia y es preciso dar una aportación adicional.
Pero, al margen de los cuidados, también hay que vigilar la alimentación para que sea variada y rica en vitaminas y antioxidantes, siendo conveniente reducir o eliminar de la dieta la cafeína y el alcohol. También es mejor si no se fuma porque el tabaco contribuye a aumentar la sequedad de la piel. Y, por supuesto, no hay que olvidarse de beber agua.