El agua micelar cada vez tiene más adeptas. Y es que este producto tiene una serie de ventajas, que hace que sea conveniente utilizarlo, además de ser más cómodo para la limpieza facial, pero sin perder efectividad. Un método que es muy idóneo para las más perezosas o aquellas que no tienen mucho tiempo para cuidarse.
Las ventajas
El agua micelar tiene importantes beneficios para el cuidado de la piel, ya que hidrata, limpia y tonifica el cutis. Un motivo por lo que se ha convertido en una excelente opción para desmaquillarse por esas funciones de tónico y desmaquillador, pero también de hidratación.
Además de estos beneficios genéricos, hay otras ventajas que tiene. La primera de ellas es que retira de la piel de forma rápida y cómoda el maquillaje, así como la grasa y la suciedad de la dermis.
También es muy efectivo no solo para hidratar, sino también para nutrir el cutis, al que aporta más brillo y luminosidad al no contener jabones, alcohol ni otras sustancias químicas que puedan dañar la piel.
El agua micelar igualmente es beneficiosa para limpiar la dermis y que esté libre de impurezas, incluso aunque se tenga un cutis con acné o propenso a ello. Tampoco causa ninguna irritación ni rojeces al no tener que utilizar ninguna toalla después y utilizarse con discos de algodón con los que el producto se aplica en pequeños toques.
Y una gran ventaja es que se puede emplear con cualquier tipo de piel, aunque se tenga sensible porque no produce ningún tipo de irritación. Además, es muy cómodo porque solo se necesita un único producto, en lugar de tener que emplear varios para el mismo fin. Un motivo por el que es ideal para ir de viaje o para llevar a cualquier lugar. Por lo tanto, adiós al desmaquillador de rostro y ojos, tónico, toallitas, hidratantes…