Aunque es habitual depilarse durante todo el año, lo cierto es que con la llegada del verano es más frecuente para lucir las piernas perfectas y libres de vello. Además, hay que comenzar a ponerse el bikini o el bañador, lo que requiere de una depilación mucho más precisa. Con cinco consejos clave, este proceso es mucho menos agresivo para la piel con independencia de que te depiles con cremas, maquinilla o cera.
Los consejos
La preparación de la piel es muy importante antes de la depilación. Una de las pautas que es más recomendable seguir es evitar el sol y la exposición al calor, de manera que no hay que darse baños de agua caliente un día antes ni un día después de haberte depilado. Un truco con el que se previene, además de posibles irritaciones, la aparición de manchas en la piel.
Además, siempre es mejor realizar una exfoliación de la zona a depilar tanto antes como después con el fin de que el vello no se quede atrapado dentro del poro y se pueda enquistar.
Otro de los pasos a tener en cuenta previos a la depilación es no utilizar cremas hidratantes ni corporales ni aceites durante, al menos, doce horas antes de depilar para que el vello salga mejor.
Con estos consejos ya estás lista para la depilación, que es conveniente llevarla a cabo con luz natural con el fin de comprobar que no se queda ningún pelo ni zonas con vello, aunque sea corto, sin eliminar.
Tras ella, es recomendable aplicar cremas calmantes con aloe vera o algún aceite de almendras que permita suavizar la piel. De este modo, se paliarán también las posibles irritaciones de la dermis y se minimizará el dolor para el que se puede aplicar cubitos de hielo en la zona, aunque solo deben utilizarse mientras te depilas para que baje la inflamación y te resientas menos.