El cuello es una de las pieles más sensibles y en las que antes y más fácilmente se deja sentir el paso del tiempo porque es una dermis más fina. Además de las cremas cosméticas y de los tratamientos en cabina, en casa se puede mimar al cuello con otros cuidados naturales, que son fáciles de hacer y también son efectivos. Es el caso de la mascarilla de yogur y avena.
La mascarilla
Normalmente, cuando se hace una mascarilla, se aplica solo sobre la cara y se tiende a dejar el cuello a pesar de que, en muchos casos, son productos igualmente beneficiosos para la piel de esta parte del cuerpo.
Es el caso de esta mascarilla de yogur y de avena, que es muy refrescante y ayuda a retrasar los signos de la edad. Su preparación es muy sencilla. Además, se precisan pocos ingredientes. Tan solo se elabora con cuatro cucharadas de yogur natural y sin azúcar, dos cucharadas de miel y una de avena en polvo.
Todos estos ingredientes tienen que mezclarse hasta que se cree una crema homogénea y ligera para lo que habrá que ligar bien los tres componentes preferentemente en un ingrediente de cristal.
Aplicación
La mascarilla debe aplicarse como se hace con cualquier otra convencional o natural que hayas hecho en casa. En primer lugar, se debe limpiar bien la piel y secarla para eliminar la humedad.
A continuación, con la ayuda de los dedos, se va aplicando una capa de mascarilla por toda la zona mientras se proporciona un masaje en dirección vertical. Una vez esté cubierto el cuello, hay que esperar unos 20 minutos aproximadamente para, luego, retirarla y aclarar con agua tibia.
Los resultados se notan enseguida. Desde la primera aplicación ya se ve que la piel está más hidratada y que parece más joven. Además, al ser una mascarilla suave, puedes hacerla hasta dos y tres veces por semana.
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