Todas en mayor o menor medida contamos con un tratamiento de belleza de alguna marca reconocido por su calidad y por su eficacia. Sin embargo, a veces no obtenemos los resultados que esperamos y empezamos a dudar de las propiedades el producto, pero no es problema de la crema que aplicamos, sino de cómo la aplicamos, ya que si no lo hacemos de forma correcta, nuestra piel no podrá aprovechar todos los principios activos del producto.
Para aplicar un tratamiento facial de modo correcto, deberemos, al tiempo que nos aplicamos la crema, realizar un masaje sobre nuestro rostro. Debemos repetir estos masajes una media de cinco veces al desmaquillarnos, ocho al aplicarnos la crema hidratante y diez con la crema nutritiva. La secuencia que debemos seguir es la siguiente:
– Desde la base del cuello hacia la oreja, en forma de aspa.
– Desde la barbilla, pasando por los pómulos y llegando a las sienes.
– Desde las aletas de la nariz hacia la comisura de los labios para terminar en las sientes.
– Desde la punta de la nariz hacia la frente, en línea recta, intercalando las dos manos.
– En la frente en dirección horizontal, intercambiando las manos.
– Desde los párpados, comenzando por el lacrimal, pasando sobre el párpado superior y dando la vuelta por el párpado inferior. Deberemos dibujar un ocho comenzando en uno de los ojos y terminando en el otro. Para terminar, en los extremos de cada párpado debemos realizar un movimiento de forma circular y hacia afuera usando el dedo anular.
Aunque pueda parecer muy complicado, con un poco de práctica estos pasos son muy sencillos de seguir. Al poco tu rostro y tu cuello lucirán radiantes.