El masaje con piedras calientes se suele utilizar cuando se tienen lesionados algunos tejidos profundos. El calor que son capaces de almacenar estas piedras permiten que este sea capaz de penetrar de manera directa en los músculos. Si los músculos están cansados y doloridos un masaje con piedras calientes es una de las mejores opciones. Es muy recomendable para todos aquellos que acumulan demasiada tensión durante la práctica deportiva.
Las piedras se colocan en diferentes puntos del cuerpo. Los terapeutas que están entrenados especialmente para realizar esta técnica, saben exactamente sobre qué puntos deben colocar y presionar las piedras. Las piedras que se utilizan no son de cualquier tipo. Se deben adquirir en sitios especializados y asegurarse de que la densidad y el peso son los ideales. Las de mejor calidad suelen costar en torno a unos 100-180€, dependiendo del número que se compren, claro.
Existen piedras de diferentes tamaños y formas que se pueden utilizar en diferentes partes del cuerpo. Las piedras se calientan en una pequeña olla de barro que es como un pequeño cuenco de cocina que es capaz de mantener el calor. Se debe controlar es calor para que las piedras no quemen ya que suelen tardar mucho tiempo en enfriarse y el masaje duraría demasiado tiempo.
Lo mejor es conseguir que las piedras se calienten de manera gradual y se vayan colocando poco a poco sobre la zona que se quiere realizar el tratamiento. Este tipo de masaje se caracteriza por lo calmante que es y la revitalización inmediata que produce.