A la gran mayoría nos encanta el azúcar. Nos vuelven locos los pasteles, las galletas, los helados, etc. Sin embargo, como nuestras madres siempre nos han dicho, demasiado azúcar puede crearnos problemas, a veces, difíciles de solventar.
–Caries en los dientes. Nos han enseñado a cepillarnos los dientes después de cada comida y antes de irnos a dormir. Una de las causas principales es porque cuando dejamos restos de azúcar en nuestros dientes, la aparición de caries en nuestros dientes es más rápida.
–Glucosa en la sangre. Cuando los niveles de azúcar en la sangre fluctúan, nos llevan a sentir fatiga y agotamiento. Dolores de cabeza y cambios de humor también se pueden manifiestar cuando el nivel de glucosa en sangre es inestable.
–Obesidad, diabetes y enfermedades del corazón. Cuando los niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos, nuestro cuerpo comienza a almacenar más grasas. Demasiada grasa en el cuerpo puede producir obesidad, esta puede desencadenar en una diabetes y producir enfermedades del corazón.
–Mal funcionamiento del sistema inmunológico. Las bacterias y levaduras que están presentes en nuestra sangre se alimentan de azúcar y hace que se multipliquen. Esto podría debilitarnos.
–La deficiencia de cromo. Irónicamente, demasiado azúcar en el cuerpo hace que el cuerpo no sea capaz de regular sus propios niveles de azúcar. Esto es porque la mayoría del azúcar que comemos ya está refinado y carece de cromo, el producto químico necesario para ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
–Nutrientes. El consumo de azúcar hace que la sensación de hambre desaparezca. Cuando tomamos demasiado azúcar, no sentimos la necesidad de comer alimentos que contengan los nutrientes que nuestro cuerpo necesita, tales como vitaminas, hierro, calcio y magnesio.