Las axilas son una de las zonas más delicadas para depilar. En ellas la piel es más suave y delicada, lo que hace que se irrite con facilidad, por lo que se han de seguir una serie de consejos a la hora de hacerlo:
– En la medida de lo posible, debes evitar usar la maquinilla. Aunque es un método muy cómodo, sobre todo si andas escasa de tiempo, es inevitable que con la maquinilla te produzcas pequeños cortecitos en la piel que, aunque son invisibles a simple vista, según van cicatrizando hacen que la piel se engrose, lo que tendrá como resultado el oscurecimiento de la piel de la zona.
– Cualquiera que sea el método depilatorio que utilices, recuerda lavarte las axilas antes de depilarte.
-Una vez que te hayas depilado, espera al menos ocho horas hasta poder aplicarte un desodorante. De lo contrario, la piel de las axilas se puede irritar e incluso producir alergias. Lo mejor es esperar el tiempo indicado y utilizar desodorantes suaves, que no lleven alcohol, para evitar irritar la piel, que estará muy sensible después del depilado.
– Si decides rasurarte el vello de las axilas, es mejor que exfolies la piel de la zona de forma habitual. De ese evitarás que aparezcan granitos que podrían infectarse tras depilarte con la cuchilla.
– No es aconsejable utilizar la cera como método depilatorio ya que en las axilas están situadas glándulas mamarias que forman parte de los senos, y los tirones necesarios para eliminar la cera pueden dañarlas. Además, dichos tirones rompen las fibras de colágeno y elastina de la piel, con lo cual, con el tiempo, irá perdiendo su elasticidad y estará más flácida.