En verano, debido al uso de sandalias y calzado abierto, a los paseos por la playa o al cloro de las piscinas, la piel de nuestros pies sufre más la acción de los agentes externos, lo cual hace que se resequen con mayor facilidad e incluso, en el caso de los talones, lleguen a agrietarse, afeando en gran medida el aspecto de nuestros pies. Para evitar que esto ocurra y cuidarnos también en verano, lo mejor es aplicarnos periódicamente una mascarilla hidratante para pies, de forma que nutramos e hidratemos la piel, protegiéndola y reforzándola al tiempo que le aportamos suavidad.
Mascarilla de avena: Para prepararla necesitas media taza de avena, dos cucharadas de miel, una cucharada de jengibre rallado, cuatro cucharadas de jugo de naranja, una cucharada de ralladura de piel de naranja, y una pizca de canela en polvo, nuez moscada en polvo y clavo en polvo. Pon todos los ingredientes en el vaso de la batidora y bátelos hasta que obtengas una mezcla sin grumos. A continuación lávate los pies y moja una toalla en agua caliente.
Aplícate la mascarilla en los pies, extendiéndola bien por todo el pie hasta los tobillos y después envuélvete los pies en la toalla caliente durante quince minutos. Pasado este tiempo sólo tienes que aclararte con abundante agua tibia. Notarás como tus pies, además de hidratados, quedan impregnados del suave aroma de las especias.
– Mascarilla de aguacate: Necesitas un aguacate madura y un yogur natural. Mezcla ambos ingredientes hasta obtener una crema y después aplícatela en los pies. Cuando los hayas cubierto bien, cúbrelos con papel transparente, para permitir una mejor penetración de la mascarilla. Después de media hora, quítate el plástico y aclárate los pies con agua fría. Si utilizas la mascarilla cada tres días comprobarás que la belleza y bienestar de tus pies crece día a día.