Los cambios hormonales y el invierno son, por lo general, la forma y el momento en los que brilla intensamente la tirantez de la piel por su pérdida de hidratación. El resultado es una piel no demasiado bonita. Las líneas y arrugas se ven más pronunciadas en la piel seca y puede ser una tarea difícil llegar a ocultarlas.
La hidratación y el cuidado de la piel son imprescindibles para aplicar el maquillaje sobre la piel seca. Antes de empezar a maquillarte, debes darte una buena ducha o lavar bien tu cara con agua tibia, ni fría ni caliente, ya que es perfecta para la piel seca y ni empeora su condición. Evita el uso de jabones con ingredientes químicos.
Si estás a punto de sumergirte en un baño, vierte dos tazas de leche caliente en el agua junto con un cuarto de taza de azafrán, media taza de miel y aceite esencial de vainilla. Sentirás como tu piel se hidrata más rápidamente y como parece rejuvenecer. Después de aplicar tu crema hidratante habitual, asegúrate de pasarte pañuelo de papel para que absorba el exceso de la crema hidratante de la superficie para luego aplicar de manera mucho más fácil el maquillaje.
Si el maquillaje que te vas a echar es nuevo, pruébalo primero en tu mano. Deberás asegurarte de que el color que has elegido es parecido al de tu rostro. Los maquillajes líquidos o en crema funcionan mejor para la piel seca, ya que son fáciles de aplicar. Con la ayuda de los dedos o una esponja suave, extiende la base de manera uniforme por la cara, especialmente alrededor de las esquinas de la nariz.