La sociedad suele ser muy dura con las personas que tienen sobrepeso y obesidad, siendo habitualmente criticadas e, incluso, objeto de burlas y de chistes o comentarios que hacen daño realmente a la autoestima porque las personas no tienen esos kilos de más porque quieren estar así. Es un problema serio. Sin embargo, tomar la decisión de seguir tratamientos, hacer dietas o pasar por el quirófano para las personas con obesidad mórbida, entre otros casos, debe ser una bien pensada y analizada y debe basarse en los criterios de la salud y no en las opiniones y lo que digan los demás. Además, no hay que olvidarse de que bajar de peso siempre se tiene que hacer bajo control médico y de forma saludable.
Motivos
De hecho, la salud es el principal motivo que se tiene que tener en cuenta para tomar la decisión de adelgazar. Y es que tener un sobrepeso es peligroso, aunque ahora uno se encuentre bien, porque puede conllevar la aparición de enfermedades.
Por ejemplo, la obesidad se relaciona con la hipertensión, problemas circulatorios o de corazón, de articulaciones por el exceso de peso que tiene que soportar el esqueleto óseo o de diabetes, entre otros.
Las ventajas de perder esos kilos de más no solo se traducen en menos probabilidades de padecer determinadas enfermedades, sino que tiene beneficios para la mente porque las personas que adelgazan y van consiguiendo su objetivo tienen una mayor autoestima y dejan a un lado los malos pensamientos y, en algunos casos, la depresión.
También se es más activo, como consecuencia de ese mejor estado de ánimo, porque se tiene menos miedo a salir de casa y a los comentarios que puedan hacerse sobre el aspecto físico. Además, se pueden hacer actividades que anteriormente eran más complicadas de realizar o bien era imposible llevarlas a cabo. Y, todo ello, añadido al aliciente de que se siente menos fatiga.
Siguiendo con las ventajas de adelgazar pensando en la salud, cabe hablar de otro motivo: la reducción del nivel de estrés y la sensación de una mayor relajación al ganar en autoestima e ir mermando la preocupación por el estado físico. Además, como se tiende a hacer ejercicio físico, también se contribuye a “quitar nervios” al cuerpo.