La mayoría de las mujeres, al terminar el día, sienten las piernas hinchadas y cansadas, sensación producida por la retención de líquidos que se ha producido durante el día que se acumula en pies y tobillos. Sin embargo, existen ciertos trucos para aliviar y prevenir dicha sensación.
Al terminar nuestra ducha diaria, alternar chorros de agua fría y caliente en las pantorrilas y tobillos, y terminar con un chorro de agua fría. El chorro de agua se dirigirá siempre del tobillo a la pantorrilla, con el fin de estimular la microcirculación. Después, aplicaremos crema hidratante, siempre siguiendo el movimiento ascendente desde el tobillo.
Cuando lleguemos a casa, podemos sentarnos o tumbarnos un rato con las piernas a mayor altura que las caderas, para ayudar al retorno de la circulación venosa. Para mayor comodidad y eficacia de este remedio, podemos probar a echarnos en una colchoneta de yoga o pilates y apoyar las piernas verticalmente contra la pared. Podemos mantener esta postura unos diez minutos y al ponernos de pie notaremos como ha desaparecido la pesadez.
En el trabajo, sobre todo si pasamos muchas horas sentadas delante del ordenador, cada hora podemos hacer unas flexiones de tobillo, moviendo el pie arriba y abajo y girando el tobillo en ambas direcciones, así como andar unos pocos pasos yendo a buscar ese documento que tenemos en la impresora o bajando y subiendo las escaleras a pie hasta la cafetería en lugar de tomar el ascensor.
Es muy importante también hacer deportes como caminar, correr y montar en bicicleta, para lo que podemos usar una estática si no tenemos oportunidad de salir a pedalear en un parque o un carril-bici. Y el consejo más importante: beber mucha agua.