A veces, cuando exfoliamos nuestra cara y no lo hacemos de la forma correcta podemos sufrir algunos problemas. Aquí tienes algunos de los problemas más comunes y algunos consejos que te pueden ayudar.
Exfoliación excesiva y exposición al sol
Exfoliar la piel en exceso puede producir la eliminación de la capa superficial de la epidermis, que sirve principalmente como barrera protectora para la piel. Una vez que esta capa se ha eliminado, la piel se vuelve mucho más vulnerable al sol, produciéndose así quemaduras solares, arrugas, etc.
Consejo
1. Exfoliar la piel por la noche, ya que hasta que se vea expuesta a l sol tiene muchas horas por delante para su “reparación”.
2. Usar, al menos, un protector solar 15 durante el día. Si sabemos exactamente qué día vamos a tomar el sol exfoliaremos la piel por última vez 48 horas antes.
3. Si finalmente nos quemamos la cara evitaremos exfoliar durante al menos 3-4 días y evitaremos tomar más sol.
Exfoliar demasiado fuerte
A veces realizamos la exfoliación de nuestro rostro demasiado fuerte o con productos nada recomendables que nos pueden producir pequeños desgarros o roturas de pequeños vasos sanguíneos.
Consejo
1. Realizar la exfoliación de la piel formando círculos con una presión suave. Antes de distribuir el exfoliante humedeceremos las puntas de los dedos para que no tengamos que hacer tanta presión sobre la piel
2. Compraremos productos fabricados con suaves granos. Consultar con el vendedor el más apropiado.
Más grasa en la piel
El exceso de exfoliante elimina los aceites beneficiosos de la piel, haciendo que los poros segregan más aceite y haciendo que nazcan más granos en el rostro.
Consejo
1. Usar un tratamiento que contenga ácido salicílico realizado específicamente para este tipo de acné.