Si hay un elemento necesario para la vida es, sin duda, el oxígeno, y nuestra piel no es una excepción. Si aumentamos el nivel de oxígeno de las células de nuestra piel, conseguiremos que se vea revitalizada y llena de energía. Conscientes de ello, los laboratorios cosméticos han elaborado una serie de cremas que aportan una cantidad extra de oxígeno a nuestra piel, ayudando así a activar los mecanismos de regeneración celular y a luchar contra la oxidación de las células, causa del envejecimiento. Aunque estas cremas se pueden usar para todo tipo de pieles, están especialmente indicadas para las fumadoras y pieles con muchas manchas.
Dichas cremas no contienen oxígeno puro, ya que este gas nos quemaría la piel, sino que su formulación se compone de moléculas de peróxido de hidrógeno que, cuando nos aplicamos la crema, penetran en la epidermis y se descomponen en agua y oxígeno, hidratando y oxigenando la piel al mismo tiempo, lo que se traduce en un cutis más luminoso y radiante, al tiempo que lo purifica y aumenta en gran medida la microcirculación en los vasos sanguíneos de la epidermis, retrasando así el envejecimiento celular.
El momento ideal para comenzar a utilizar estas cremas es a partir de los treinta años, cuando nuestra piel comienza a perder elasticidad y comienzan a aparecer las primeras arrugas y líneas de expresión. Estas cremas nos ayudarán a difuminar las ya existentes y a retrasar la aparición de nuevas arrugas.
Lo mejor es utilizar estas cremas de noche, de forma que nuestra piel se beneficie de todos los efectos positivos que le aporta el oxígeno. Una gran ventaja que nos aportan es su rápida absorción, por lo que no notaremos ninguna sensación de grasa ni la cara pringosa.