Para tener un pelo bonito, conseguir que tenga brillo y volumen son dos pasos imprescindibles. En primer lugar porque un pelo brillante y fuerte refleja nuestro buen estado de salud y porque es indudable que una melena bonita y brillante es un arma de seducción en la mujer.
Sin embargo, a veces pasamos por épocas de estrés, o en las que comemos mal o aquellas en las que aplicamos muchos productos químicos a nuestro cabello, lo que hace que se vuelva fino, quebradizo y maltratado. También puede ser que nos apetezca un cambio de look y lucir de la noche a la mañana una melena larga y bonita, sin esperar a que crezca. Aunque parezca imposible, no lo es, ya que sólo tenemos que decantarnos por las extensiones. Estas extensiones son mechones de pelo postizo que nos permiten aumentar la longitud y el volumen de nuestro cabello al tiempo que nos ayudan a no tener que cortarlo si tenemos alguna zona estropeada.
Existen dos tipo principales de extensiones: las naturales y las sintéticas o artificiales. Las naturales, tienen una composición muy parecida a la de nuestro pelo, por lo que se adaptan fácilmente a cualquier cabello y nos permiten realizar todo tipo de tratamientos, desde rizarlas con planchas y tenacillas hasta teñir los mechones que conforman las extensiones. La extensiones sintéticas, por el contrario, se elaboran con hebras plásticas, lo que hace más difícil modelarlas y también las hace sensible al calor, por lo que si aplicamos las tenacillas o la plancha pueden encogerse y quemarse.
También existen las extensiones de cabello reciclado, que están realizadas por deshechos de pelo que se transforman mediante un proceso químico en mechones compacto. Aunque su origen es el pelo natural, debemos ponérnoslas con cuidado para lograr que se vean como parte de nuestro pelo y no como un accesorio.