Un enemigo contra el que las mujeres no dejamos de luchar es la celulitis. Sin embargo, aunque denominamos celulitis a cualquier acumulación de grasa que se produce en nuestro cuerpo, no todas las celulitis son iguales, y dependiendo del tipo de la misma, tendremos que seguir una estrategia diferente para atacarla. Los tipos de celulitis son:
Celulitis blanda: Es la que confiere a nuestra piel ese aspecto ligeramente gelatinoso debido a la flacidez que aporta a nuestros tejidos. Normalmente se acumula alrededor de los muslos y los glúteos y no resulta dolorosa al tacto. También se puede acumular en la cara interna de los brazos y entre las causas de su aparición se encuentran la falta de ejercicio y el someterse a dietas drásticas que nos hacen bajar rápidamente de peso.
Para combatirla lo mejor es alternar el uso de cremas anticelulíticas con el de productos reafirmantes. También son de gran ayuda los aparatos de masaje caseros, aunque lo principal para eliminarla es la constancia.
– Celulitis dura: Esta es la más difícil de eliminar, y su principal característica es que se compone de nódulos que son bastante dolorosos cuando los tocamos. Suele acumularse en aquellas zonas donde tenemos estrías. Para combatirla nada mejor que utilizar un guante de crin cuando nos duchemos masajeando las zonas afectadas con movimientos. También es un buen truco poner las piernas en alto siempre que sea posible, beber mucha agua e hidratar la piel con productos ricos en vitaminas A y E
– Celulitis edematosa: Se da sólo en las piernas y se caracteriza porque las piernas se hinchan y engordan y suelen aparecer nódulos que pueden resultar dolorosos al tacto. Aunque su aspecto es muy antiestético, es la más sencilla de eliminar. Suele empeorar en los periodos premenstruales, en los que es conveniente aplicar masajes con una crema o aceite para favorecer la circulación y evitar las acumulaciones de líquidos