Imagínate llegar a casa tras un largo y estresante día y poder relajarte en un tibio baño de burbujas, sintiendo cómo las tensiones y las preocupaciones del día se diluyen al igual que las burbujas de jabón. El agua caliente y el aroma de las sustancias que impregnan el baño te relajan por completo, al tiempo que te recargan de energía.
Conseguir esto es más sencillo de lo que parece y con la ventaja de que además puedes prepararlos tú misma y a tu gusto. Eres tú quien decide qué ingredientes vas a utilizar para tu baño de burbujas, con lo cual, además de relajarte, cuidarás e hidratarás tu piel con productos totalmente naturales.
Para preparar un el baños de burbujas perfecto necesitarás tres ingredientes básicos que son el jabón de Castilla (jabón elaborado con aceite de oliva al 100%) y glicerina líquida, además del aceite esencial de tu gusto, que puedes elegir dependiendo de si quieres que el baño sea energizante o relajante.
Prepara el baño añadiendo el jabón y la glicerina al agua. Mézclalos bien con el agua y observa cómo crece la espuma. A continuación añade el aceite esencial que quieras, pero siempre teniendo en cuenta de sólo añadir unas gotas. Recuerda que normalmente estos aceites esenciales están muy concentrados, y si echas demasiados pueden irritarte la piel. Además, unas pocas gotas bastarán para impregnar tu baño y tu piel con el aroma del aceite que elijas.
Si además quieres que el baño tenga un efecto terapéutico sobre tu piel, puedes utilizar aceite de Patchouli, que tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que resulta muy indicado a la hora de tratar afecciones como el acné o el eczema. Con ello, además de relajarte y cuidar tu piel, también puedes combatir estas dolencias.