Una espalda bonita resulta muy sexy, sobre todo si queremos lucirla con algún vestido que la deje al descubierto. Sin embargo, sobre todo en verano, son pocas quienes se acuerdan de cuidar la piel de esta zona, ya que debido al frío suele estar cubierta por ropa. Pero para evitar que, a la llegada del verano, la piel de nuestra espalda luzca descuidada y sin brillo, deberemos seguir una serie de pautas:
La piel de la espalda es muy grasa, por lo cual suelen aparecer granitos o acné. Para evitar esto podemos, antes de la ducha, usar un guante de crin o un cepillo para la espalda para limpiar la piel, eliminando las células muertas y estimulando la microcirculación, con lo que lograrás una piel suave y tersa.
Durante la ducha, lo mejor es usar una manopla de algodón, sobre todo si sufres acné.
También es necesario realizar una exfoliación de la piel de la espalda al menos una vez al mes, que nos permitirá mejorar su aspecto para que esté brillante y saludable. La exfoliación la podemos realizar utilizando alguno de los productos exfoliantes que aparecen en el mercado o utilizando alguna de las mascarillas exfoliantes naturales que, además de cuidar nuestra piel, la nutren. A la hora de elegir el producto deberemos tener siempre en cuenta nuestro tipo de piel, para evitar irritaciones y alergias por utilizar productos demasiado agresivos.
No debemos olvidar hidratar bien la piel de la espalda, una zona de la que normalmente nos olvidamos cuando nos aplicamos la crema corporal. Dado que no siempre es fácil aplicarla uno mismo, puedes hidratar la piel de la espalda añadiendo al agua de la bañera el aceite esencial que más te guste. En cuanto a las cremas hidratantes, lo mejor es elegir aquellas enriquecidas con vitaminas y ceramidas.