Desmaquillar la piel es muy importante, siendo también necesario limpiarla aunque no se haya utilizado maquillaje porque la polución de la ciudad, aires acondicionados… hacen que se acumule suciedad en ella. Sin embargo, para una correcta limpieza, hay que utilizar el producto adecuado, que varía según el tipo de piel que se tenga.
Desmaquilladores
A cada tipo de piel le va mejor un desmaquillador que otro con el fin de que el cuidado de la dermis sea óptimo y la limpieza sea adecuada y no se produzcan otros problemas a raíz de ella.
Por ejemplo, las pieles que son grasas precisan de desmaquilladores que sean más astringentes y que equilibren la piel para que no se produzca más grasa y ayuden a regularla y combatirla.
En el caso de tener una piel mixta, la mejor opción es utilizar productos de limpieza para el rostro que equilibran e hidratan la piel porque de este modo se puede emplear en toda la cara sin tener que usar uno para las zonas más grasas y otra para las más secas. Además, así se ayuda a que la piel se equilibre.
Para las pieles secas, la alternativa son los limpiadores que tienen una textura más rica y que son muy hidratantes con el fin de combatir esa sequedad y que al limpiarla no quede tirante o sensible.
Las pieles sensibles también tienen sus propios productos. Tienen que ser desmaquilladores o limpiadores muy suaves para que no agredan la piel y se genere una mayor sensibilidad. Es muy importante por ello que no lleven alcohol ni aditivos y, a ser posible, que incorporen principios calmantes, antiinflamatorios y equilibrantes.
Finalmente, si tienes la piel normal, estás de suerte porque no hay tanto problema para utilizarlos pudiendo elegir cualquiera que indique que es apto para este tipo de dermis. Es decir, son la mayoría de los que encuentras en las tiendas o marcas de cosmética.