Todo el mundo sabe que un buen maquillaje puede hacer milagros. Ocultar algunos defectos faciales y destacar las mejores partes del rostro es esencial a la hora de pintarse. No te compliques demasiado la vida, pintarse no significa tener que invertir todos los días más de dos horas en la “rehabilitación”. Con la ayuda de un poco de maquillaje, colorete y el delineador, es muy fácil mejorar los pómulos y conseguir una mirada encantadora. Las herramientas esenciales que necesitas son:
– Maquillaje efecto moreno
Puedes utilizarlo de los de tipo crema y es imprescindible que sea más oscuro que tu tono de piel natural y que la base de maquillaje que te pongas.
– Colorete
De acuerdo a la textura de tu piel y el color, opta por colorete con colores como el melocotón y los tonos rosas. Asegúrate de que no destaque en exceso.
– Delineadores
Utiliza el que más cómodo te resulte (lapicero o líquido) y recuerda mantener un buen pulso.
Recuerda que lo que quieres destacar son los pómulos así que para conseguirlo puedes seguir alguno de estos consejos:
– Para empezar, cree una base mediante la aplicación del maquillaje y el corrector que te ayuden a cubrir las partes desiguales y las manchas del rostro.
– Aplícate el maquillaje efecto moreno difuminándolo más por la zona de los pómulos. Extendiéndolo más, con trazos diagonales conseguirás que se cree una especie de sombra en las mejillas. Mézclalo con el resto del maquillaje para garantizar que no se ve demasiado oscuro.
– Utiliza el colorete para darte ese sutil rubor que te dará un aspecto más aniñado.