Muchas veces al cuidarse la piel del rostro se cometen algunos errores por desconocimiento que, sin embargo, dañan la piel y pueden tener consecuencias negativas importantes con el paso del tiempo. Aquí te contamos los siete más frecuentes para que, si lo necesitas, corrijas algunos hábitos.
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Aguas termales para el cuidado del rostro
Cuando no hemos descansado bien o no hemos utilizado productos adecuados para nuestro tipo de cutis, notamos la piel del rostro tirante. Esto se debe a que se ha resecado demasiado y no la hemos hidratado convenientemente. Si la resequedad es muy alta, observaremos cómo nuestra piel se enrojece y notaremos un picor cada vez más creciente, acompañado en algunos casos de desescamación. En este momento no es aconsejable utilizar alguna crema hidratante, ya que puede irritar aún más la piel, sino que el mejor producto que podemos aplicar es un agua termal.
Rociándola a cierta distancia de la piel, notaremos cómo la piel se calma y se refresca, con lo que nuestro aspecto también mejorará, sobre todo si notamos la piel cansada, debido a la acción descongestionante de la piel que ejerce el agua.
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Agua termal de Avène
El agua termal de Avène proviene de una fuente natural, brota por fallas naturales de las profundidades de la montaña, fuera de toda contaminación urbana e industrial, tras un viaje de más de 40 años a través de un terreno constituido por calizas dolomíticas y rocas cristalinas.
El agua termal de Avène fluye limpia y pura con un flujo de 1.140 litros por minuto y a una temperatura de 26,5ºC al manantial de Sainte Odile. En 1975 Pierre Fabre se hace cargo del manantial y se investiga su agua descubriéndose que posee propiedades biológicas que hacen de ella un verdadero principio activo. Se caracteriza por su acción calmante y antiirritante.
Su composición es única e invariable ya que presenta escasa mineralización, bicarbonato cálcico y magnesio, riqueza en silicatos y oligo-elementos. Su pH neutro es lo que hace de ella el cuidado idóneo para las pieles sensibles, hipersensibles y alérgicas. Por sus propiedades calmantes se usa para enfermedades dermatológicas como la psoriasis, el eccema y la dermatitis atípica. También está indicada en pieles que acaban de “sufrir” un peeling o un tratamiento con láser.
Si formato en spray conserva intactas sus propiedades gracias a su frasco estéril. La suavidad y la pureza del agua termal de Avéne te proporcionaran una sensación de bienestar que envuelve tu piel y la calma para protegerla de manera permanente.
Es muy refrescante por lo que es un producto imprescindible en largos trayectos de avión ya que puede usarse tantas veces como se desee y nos vendrá muy bien para rehidratar la piel y activar la circulación sanguínea.
Si tienes la piel muy sensible puedes sustituir el agua del grifo por agua termal, después sécate la cara con un pañuelo de papel tras dejarla actuar unos segundos. Las top models usan también el agua termal para fijar y refrescar el maquillaje. En este caso debemos dejar que se seque al aire. Otras alternativas de calidad similar son el Agua termal de Vichy y la de La Roche Posay. Todas ellas están disponibles en cualquier farmacia.