Tacones sin dolor de pies


A todas nos encanta llevar tacones, o, mejor dicho, taconazos, de esos que nos hacen un andar elegante y sofisticado, que a los hombres les resulta tan femenino y sexy, pero, muchas veces tenemos que pagar un precio por estar absolutamente despampanantes: un gran dolor de pies. Pero como no queremos que renuncies a los tacones, aquí te damos una “guía de uso” de los tacones para que no te duelan los pies:

Anchura del tacón: Nada hay tan sexy como unos tacones de aguja interminables, pero déjalos para las ocasiones especiales. En el día a día o cuando te vistas para salir de fiesta, el tacón ancho te dará más estabilidad y ayudará a que el peso del cuerpo se reparta por todo el zapato. Y aunque seas adicta a los tacones, recuerda que es bueno alternarlos con el zapato plano para la salud de tus pies.

Que el zapato se ajuste perfectamente a tu pie: Evitarás muchos dolores si no te pones ese tipo de zapatos en los que, al andar, el pie se escurre hacia adelante y queda aprisionado en la puntera del zapato. Busca zapatos que impidan que el pie se mueva, aunque sin estar apretado.

Almohadillas: En las farmacias y parafarmacias venden almohadillas de gel que se adhieren a la base delantera del zapato, donde apoyas todo el peso, creando una superficie mullida que hará que estés mucho más cómoda, pero recuerda colocarlas correctamente para que no te causen roces o ampollas en los pies.

– Por último recuerda que vestir habitualmente tacones puede causar acortamiento del tendón de Aquiles, que te dolerá cuando lleves zapato plano o más bajo. Para evitar esto es conveniente que hagas frecuentemente estiramientos de gemelos y no sufriras este “efecto secundario” de los tacones.

Cuidar los pies agrietados


No siempre, es conveniente utilizar zapatos cerrados, sobre todo si vas a llevar vestido o unos pantalones pirata que combinan mucho mejor con unas bonitas sandalias. Pero cuando tienes los pies secos y agrietados, seguro que te da vergüenza usar zapatos abiertos que permitan que tus pies se vuelvan el centro de atención de manera desagradable. El problema es, que los pies agrietado no son sólo estéticamente feos, sino que además, pueden ser bastante dolorosos.

Pero, ¿por qué tienes que sufrir tanto? ¿esta situación se puede cambiar? Por supuesto. Sólo necesitas dedicar un poco de tiempo a tus sufridos pies y seguir algunos de los consejos que aquí te damos. El primer paso que debes realizar para tratar los pies agrietados es limpiarlos profundamente. Sumérgelos en agua tibia y añade un buen gel. Puedes sustituir el champú por un poco de aceite de oliva o miel para ayudar a hidratarlos mejor. La miel te ofrece una ventaja añadida, que es la de trabajar como antiséptico, sobre todo cuando las grietas en los pies son sangrantes.

Es necesario que te laves bien los pies con una esponja de baño o con una piedra pómez. Si la piel que rodea a la grieta es demasiado dura, utiliza la piedra pero con cuidado no te vayas a hacer más daño. Al principio, puede que tengas que seguir esta rutina casi a diario. Una vez que las grietas comienzan a curarse, puedes hacerlo una vez a la semana.

Una vez que tus pies estén limpios, sécalos y aplícales un poco de crema o loción hidratante. Si la crema tiene vitamina E o manteca de karité mucho mejor. También existen cremas especiales para pies agrietados. Revisa que la crema contenga glicerina o parafina y que no contenga nada de alcohol.

Dedica tiempo a tus pies


El propósito de la pedicura es cuidar de los pies y las uñas de los pies. La pedicura consigue proporcionar un gran confort a tus pies y mejora mucho aspecto. Antes de someterte a una buena sesión, debes conseguir que un experto examine tus pies, ya que, no todos los pies están preparados para someterse en todo momento a un tratamiento así. Pie de atleta, ampollas acuosas, los hongos, inflamación de la uña, las verrugas, los eczemas y diferentes enfermedades de la piel pueden conseguir que no puedas disfrutar de un tratamiento. Si después de una completa revisión estás lista para disfrutar de tu pedicura, aquí tienes algunos pasos que debes seguir:

1. Siéntate en un lugar cómodo y descálzate.

2. Coloca los pies en un gran recipiente lleno de agua y jabón. Relájate durante 5 minutos.

3. Saca los pies y sécalos perfectamente. Utiliza el tiempo que necesites, no hay prisa.

4. Corta las uñas. Recuerda cortar con un poco de curva los laterales para que estas no se introduzcan en la piel

5. Vuelve a lavar los pies, esta vez con agua bastante caliente, para así reblandecer esas zonas tan duras.

6. Con tu raspador, elimina esas pieles muertas tan desagradables.

7. Vuelve a lavar tus pies y sécalos para a continuación aplicar crema sobre las cutículas.

8. Con un poco más de crema masajea tus pies.

9. Para que la crema sea mejor absorbida envuelve tus pies en una toalla caliente.

10. Ya puedes pintar tus uñas.

Tener unos pies bonitos


Los pies son una parte del cuerpo muy resistente, pero que tenemos que cuidar para que se mantengan bonitos a lo largo del tiempo. Suelen ser una parte olvidada, la prolongación de nuestras piernas, los que nos mantienen erguidos en pie y cuando sentimos dolor o molestias, lo mejor es acudir al médico ya que es posible que nos cueste andar. Podemos sentir dolor por un golpe, hongos o infección en las uñas.

El uso de zapatos muy ajustados o incorrecta ventilación del calzado puede dañar la piel de la zona ya que no la deja traspirar. Si los pies no se lavan o no se secan cuando están mojados pueden causarnos problemas. Es importante no ir nunca descalzo por lugares como clubes deportivos, vestuarios o piscinas. Cuando acudas a realizarte la pedicura asegúrate que el instrumental está bien esterilizado.


Los problemas más frecuentes en los pies son los siguientes:

Hongos: Aparecen cuando vamos descalzos por sitios poco limpios, el calor y la humead crean el ambiente perfecto para su desarrollo. Suelen provocar enrojecimiento, resequedad, picor, ampollas, incluso caída de la piel.

Piel seca: La detectamos como una irritación. Debemos utilizar jabón suave y crema hidratante en pies todos los días para mantenerlos sanos y bonitos.

Callos y durezas: Aparecen a causa de la fricción de los huesos del pie contra el zapato. Es mejor acudir a un especialista para que la piel recupera su textura blanda.

Verrugas: Sucede por el crecimiento de la piel causado por virus. Se pueden contagiar por otras partes del cuerpo y pueden ser dolorosas. Lo mejor es consultar al médico.

Juanetes. Aparecen cuando los huesos del dedo pulgar no se mueven como deberían, las articulaciones del dedo se hinchan y pueden causar dolor. En algunos casos se tienen que intervenir quirúrgicamente.

Uñas encarnadas: Si no te cortas bien las uñas, éstas pueden dañar la piel cuando crecen. Para solucionar el problema, debes cortar la parte de la uña que presiona la piel.

Cuidar tus pies


Atenciones regulares, higiene y ejercicio son algunos detalles que puedes realizar sin que te lleven demasiado tiempo y así poder lucir unos pies muy bonitos. Tus pies, no sólo soportan el peso de tu cuerpo, también tiene que caminar por diferentes superficies que pueden llegar a producir problemas a tus pies.

Aparte de los dolores generales tus pies se pueden ver afectados por diferentes problemas, como por ejemplo: la mala circulación, callos, las infecciones bacterianas y hongos, etc. De hecho, la mala postura de tus pies durante un tiempo excesivo puede producir tensión en la espalda, dando lugar a dolores de espalda. Aquí tienes algunos consejos:

-Cuando camines o simplemente estés de pie, intenta mantener los dedos de los pies de forma recta.
Levanta los arcos de los pies ligeramente, de modo que tu peso corporal se apoye en los bordes exteriores de las plantas de los pies.
-Camina descalza, es muy reconfortante.
-Realiza diferentes ejercicios que ayuden a fortalecer tus pies.


Recuerda que tus zapatos no deben apretarte en exceso. Esto puede interferir en la circulación de la sangre y causa la aparición de callos o durezas indeseables. La parte frontal de los zapatos debe ser lo suficientemente amplia como para permitir que haya suficiente espacio para mover los dedos de los pies. Durante las épocas de mucho calor evita llevar los zapatos cerrados. Usa sandalias para así ayudar a la ventilación de tus pies y que n estén constantemente húmedos. Si después de un día agotador, notas que la circulación de tus pies no va muy bien alterna sobre ellos chorros de agua fría y agua caliente. Ya verás como mejoran.

Sesión Spa, en casa, para tus pies


Nuestros pies a lo largo del día sufren situaciones que terminan por hacer que estos queden destrozados: grandes caminatas, tacones altos, pisotones en el metro, etc. Nuestros pies merecen que los cuidemos mucho, pero es curioso cómo, a veces, nos olvidamos durante mucho tiempo de ellos.

Proponte un día cuando llegues a casa premiarles con una sencilla y tranquila sesión de Spa que seguro te va a encantar, otra opción es acudir a un hotel spa.

-Llena tu bañera o un recipiente bastante grande con agua caliente. Cuidado que el agua no queme tus pies. Pon algunas sales de baño y a continuación, coloca tus pies dentro durante aproximadamente 10-15 minutos.

-Cuando haya pasado este tiempo y notes que el agua ya está tibia, frota las pieles muertas y las callosidades con una piedra pómez. Tómate tu tiempo y tratar realizar este proceso no con demasiada fuerza para no dañar tus pies.

-Después de librar a los pies de las pieles muertas, corta las uñas de tus dedos. No las recortes demasiado o el resultado final será bastante doloroso.

-El siguiente paso será aplicar una buena cantidad de crema hidratante, o algún acetite especial, para mantener la piel suave.

-Si todavía dispones de más tiempo puedes pintar tus uñas. Separa tus dedos con los separadores que existen en el mercado y realiza tu sesión de pedicura.

-Por último, una vez finalizado todo el proceso, intenta relajarte un rato sentándote en un sitio muy cómodo, como por ejemplo tu sofá, y apoya los pies en sobre la mesa para que se relajen un poco más.

Hacer la pedicura


Considerados como la parte más sufridora de nuestro cuerpo, los pies día a día padecen grandes caminatas, multitud de escaleras, tacones, rozaduras… por eso es necesario que les dediquemos el tiempo que necesitan para estar en buenas condiciones y así cuando llegue la época veraniega podamos lucirlos como se merecen.

La pedicura es el tratamiento de belleza que se encarga de cuidar los pies y las uñas de los píes. En los centros donde se realizan estos tratamientos también se preocupan por las piernas ayudando a la mejora de la circulación sanguínea realizando un confortable masaje.
Pero nosotras mismas podemos hacernos nuestra propia sesión de pedicura “casera”.
Necesitaremos algunos materiales, como por ejemplo quitaesmaltes, limas, crema hidratante, piedra pómez, entre otros.

Lo primero que haremos será quitarnos el pintauñas si es que llevamos las uñas pintadas. Una vez realizado este proceso pasaremos a introducir nuestros pies es un cubo de agua templada con jabón o con un poco de limón, durante aproximadamente 10-15 minutos.


A continuación secaremos bien nuestros pies y pasaremos a comprobar las zonas de durezas o callos. Lo que haremos será pasar nuestra piedra pómez para que la zona quede mucho más suave.
Una vez terminamos con la piedra pómez, comenzamos a cortar las uñas, limarlas y eliminar las posibles cutículas que tengamos.

Ahora nos daremos un relajante masaje con nuestra crema hidratante o con algún aceite balsámico.
El proceso terminaría aquí si no solemos llevar las uñas pintadas. Si por el contrario nos gusta pintarnos las uñas, ese sería el último paso. Colocaríamos algodones entre nuestros dedos o los separadores especiales que hay en el mercado y ¡a pintar!.