Impedir la aparición de la celulitis es casi imposible. Bien sea por la edad, nuestra alimentación o nuestro estilo de vida, parece inevitable que antes o después se instale en alguna zona de nuestro cuerpo. A partir de ese momento, no nos queda más que combatirla con cremas específicas, masajes, ejercicio, etc. Sin embargo, aunque no podamos prevenir su aparición, sí podemos tener en cuenta aquellos factores que la hacen empeorar. De ese modo, controlando, en la medida de lo posible, dichos factores, podremos retrasar su aparición o evitar que se enquiste.
– Factores hormonales y endocrinos: los cambios hormonales nos acompañan a las mujeres durante toda la vida.
La pubertad, la menopausia, los embarazos y el uso de anticonceptivos producen cambios hormonales que favorecen la acumulación de grasa y la retención de líquidos que, si no tenemos cuidado, más tarde se transformará en celulitis.
– Factores genéticos: La predisposición genética juega un papel incontestable en la aparición de la celulitis. No se hereda tanto ésta como la predisposición a sufrirla.
– Factores emocionales: diversos estudios han constatado que las mujeres que presentan crisis de angustia o tendencia a la depresión tienden a tener más celulitis que aquellas que gozan de una mayor estabilidad emocional.
– También existen diferentes patologías que pueden dar lugar a la aparición o agravamiento de la celulitis, como son las dolencias hepáticas y las afecciones renales, que hacen que el cuerpo elimine toxinas con mayor dificultad y se acumulen en mayor cantidad en el organismo. También los problemas circulatorios o las varices favorecen la retención de líquidos, por lo que también pueden agravarla.
– Otros factores: Llevar una dieta descompensada, beber poco líquido, un estilo de vida sedentario, el estrés o utilizar prendas de ropa demasiado ajustadas, también influyen en el empeoramiento de la celulitis.