Rejuvenecer. Ése es uno de los grandes objetivos que tienen las mujeres cuando empiezan a cumplir años. La arrugas comienzan a aparecer y muchas mujeres recurren a las cremas milagrosas o incluso el lifting facial para hacer desaparecer esas señales de la edad. Existe una técnica en la que se emplean hilos tensores que también sirve para rejuvenecer el rostro. ¿Sabes de qué se trata? Te lo detallamos en el siguiente artículo.
Mientras que el lifting y el botox son tratamientos invasivos de la piel, los hilos tensores son todo lo contrario. Esta técnica, que ya han empezado a aplicar en diversos institutos de belleza de España, se caracteriza por ser un lifting no quirúrgico.
Dibujo de la zona a tratar
Para poder realizar esta técnica, es preciso que se estudie la zona a tratar. Por eso, el especialista encargado del trabajo esbozará primero un dibujo de las zonas a tratar para después colocar puntos sobre dichas parcelas de piel.
Estos puntos servirán para dejar constancia de las zonas en las que tendrán que introducirse los hilos tensores. Los hilos se meterán mediante una aguja muy fina a través del tejido cutáneo.
Un entramado de hilos que sujetan la piel
Los hilos son hebras extremadamente delgadas para evitar dañar la piel. Es más, los hilos están fabricados en polidioxano, que es un material reabsorbible y compatible con cualquier tipo de piel, indicado especialmente para alérgicos.
El tratamiento consiste en dejar dentro de la piel estos hilos, que se cruzan entre sí para sostener mejor el tejido cutáneo y evitar las arrugas. El especialista se encarga de tejer un entramado de hilos y tensar la zona, una vez ha terminado el trabajo. Estos hilos estimulan el colágeno y favorecen su producción.
El paciente notará cómo los pómulos se elevan y cómo mejoran en cuestión de días las patas de gallo. Es una técnica revolucionaria que se recomienda que tomen las mujeres mayores de 35 años.