La espalda suele formar parte de esas zonas que son las grandes olvidadas de los cuidados corporales, a pesar de que es una de las partes más sexys de una mujer y que se deja a la vista no sólo en el verano con el bikini, sino también con vestidos en los que el atractivo figura, precisamente, en lucir una espalda perfecta. Pero, ¿cómo se consigue? Realmente no es tan difícil, siempre que se tenga la piel y la musculatura firme. En esta ocasión, nos vamos a centrar en los cuidados de la dermis para lo que y tan solo se tienen que seguir tres pasos.
Limpiar
La piel de la espalda no es diferente a la del resto del cuerpo por lo que en las rutinas de belleza se debe incluir también la limpieza. Este proceso siempre es mejor realizarlo con un jabón neutro antibacteriano con el que se eliminan mucho mejor todas las impurezas y los restos de sudor, así como el posible exceso de grasa que pueda haber.
La espalda debe limpiarse además con agua tibia para evitar que se reseque, aunque viene muy bien aplicar un chorro de agua fría al final para ayudar a que la piel esté más tersa.
Para las zonas de difícil acceso, un buen truco es utilizar un cepillo específico con el que este proceso se hace de manera más sencilla. Aparte, es fácil dar un masaje y activar la circulación sanguínea de esa zona, lo que resulta muy beneficioso para mejorar su estado.
Exfoliación
Exfoliar la espalda tampoco puede faltar en el ritual de belleza porque esta piel suele tener tendencia a acumular grasa, ya sea por la propia dermis o por el sudor, entre otros posibles factores. Además, también es habitual que aparezcan algunos granitos. A todo ello se pone fin con una buena exfoliación con la que también se limpiarán todos los poros. En este caso, puedes optar por una exfoliante específica para la espalda o bien la que emplees para el resto del cuerpo.
Hidratar
Y, finalmente, está la hidratación, que siempre se debe realizar tras la ducha o el baño. Lo más idóneo es aplicar una crema nutritiva si se tiene la piel seca o tendencia a la sequedad o bien habrá que optar por una fórmula libre de aceites en aquellos casos en los que sea más grasa y se tengan granitos.
Afortunadamente, la cosmética ha evolucionado mucho y es de gran ayuda para aplicar estos productos a través de las fórmulas en spray, siendo muy útiles para aquellas zonas en las que no llegues a aplicar la crema o bien no tengas en ese momento quien pueda aplicártela.
Sea cual sea la textura elegida, no hay que olvidarse de que las cremas en la espalda se extienden dando un suave masaje en ella con movimientos circulares, teniendo que incluir los hombros.